Un nuevo incendio cerca del Parque Nacional Yosemite, tras el declarado a principios de mes, se propaga de manera alarmante y amenaza sus secuoyas gigantes. Convertido en uno de los incendios forestales más grandes del año en California, ha provocado órdenes de evacuación para seis mil personas y obligado a cortar el suministro eléctrico a más de 2.000 hogares y negocios.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el «estado de emergencia» en el condado de Mariposa el sábado, debido a una situación de «peligro extremo para la seguridad de la vida y la propiedad». Esto permite, en particular, liberar fondos.
Yosemite es uno de los parques nacionales más populares de EE.UU., un paraje natural que entre sus atracciones cuenta con el monolito El Capitán y el bosque Mariposa, donde algunos árboles, con edades de hasta 2.000 años, alcanzan alturas de casi 80 metros.
El «Oak Fire», descrito como «explosivo» por las autoridades, estalló el viernes por la tarde en la ciudad de Midpines en el condado de Mariposa, cerca del suroeste de Yosemite.
El fuego, cuyo origen se está investigando, ya ha recorrido unas 4.800 hectáreas, destruyendo diez propiedades y dañando otras cinco, según un boletín del sábado del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
Se han cortado varias carreteras y ordenado la evacuación de varias zonas, mientras que el incendio, de «extrema actividad» y combatido por más de 500 bomberos, no está bajo control, según la última actualización del servicio de bomberos de California, que data de las 23.14 hora local del sábado.
«Se está moviendo rápido, evacúe por su propia seguridad», apuntó en Twitter hoy de madrugada el Cuerpo de Respuesta Digital ante Desastres (CEDR, por sus siglas en inglés), que precisó que hay refugios abiertos en dos escuelas de primaria en Mariposa.
Funcionarios citados por el periódico Los Angeles Times estimaron que probablemente llevaría una semana rodear el perímetro del fuego.
Más de 6.000 personas fueron evacuadas, según un portavoz del departamento de bomberos de California, que agregó que los empleados de varios departamentos acudían en masa de todo el estado para ayudar.
Según el climatólogo de la Universidad de California en Los Ángeles, Daniel Swain, el fuego «se propagó significativamente en casi todas las direcciones», «en un contexto de alta carga de combustible y sequía extrema».
Los testigos publicaron imágenes en las redes sociales de un enorme e impresionante torbellino de humo espeso que se elevaba desde el bosque, como un tornado, un peligroso fenómeno pirocúmulo que puede alimentar el fuego.
