Grupos armados del norte de Mali afirmaron el martes que habían capturado la ciudad clave de Bourem, entre Gao y Tombuctú, antes de retirarse, alimentando los temores del colapso de un acuerdo de paz entre los ex rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
En un comunicado el martes por la tarde, el ejército maliense dijo que había repelido un complejo ataque con coches bomba que dejó 10 soldados muertos y 13 heridos, mientras que 46 «terroristas» murieron.
Un alto oficial del ejército declaró anteriormente a la AFP que las tropas habían recuperado el control de sus posiciones en Bourem con la ayuda del apoyo aéreo.
El Marco Estratégico Permanente (CSP), una coalición de facciones armadas que firmó un acuerdo de paz con el estado en 2015, emitió un comunicado el martes diciendo que lanzó una operación en Bourem, tomando «el control del campamento y varios puestos avanzados» de el ejército y el grupo paramilitar ruso aliado Wagner.
El portavoz del CSP, Mohamed El Maouloud Ramadane, dijo en el comunicado que «intensos combates» precedieron a la captura de la ciudad.
Pero los atacantes se retiraron, dijo el portavoz. «Nuestro objetivo no es quedarnos en las ciudades», explicó.
Un comandante local, que pidió no ser identificado, añadió: «Hemos retomado el control del campamento y la zona alrededor de Bourem después de que la fuerza aérea intervino y peinó la zona».
«Grupos armados no identificados rodearon el campo y deambularon por la ciudad», dijo por teléfono el residente local Mahamoud Ould Mety.
«Pero los aviones reaccionaron contra ellos».
Una alianza de grupos armados predominantemente tuareg lanzó una revuelta en 2012 contra el Estado, pero firmó un acuerdo de paz tres años después.
El frágil acuerdo, conocido como acuerdo de Argel, se vio sometido a tensiones después de que el gobierno civil fuera derrocado en 2020 y reemplazado por una junta.
– ‘Guerra’ con la junta
Uno de sus firmantes, la Coordinación de Movimientos Azawad (CMA), dijo el lunes que se consideraba en «guerra» con la junta gobernante.
La región, cuna de una insurgencia yihadista que ha arrasado tres naciones del Sahel, ha visto un resurgimiento de la tensión en las últimas semanas, provocado en parte por la retirada de las tropas de paz de la ONU de Mali.
El marco CSP afirmó el martes que había actuado en «legítima defensa frente a las provocaciones de los terroristas del ejército maliense acompañados por la milicia Wagner».
Bourem se encuentra en la carretera entre la antigua ciudad de Tombuctú y Gao, cerca del río Níger, en dirección al feudo tuareg de Kidal, más al norte.
Recientemente se han intensificado las rivalidades entre la multitud de actores armados que compiten por el control del norte.
Incluyen grupos yihadistas que luchan contra el ejército de Malí, grupos yihadistas que luchan entre sí, grupos armados tuareg que luchan contra yihadistas y grupos tuareg que luchan contra el ejército de Malí.
Las tensiones han provocado una sucesión de ataques y enfrentamientos.
Un ataque suicida tuvo como objetivo el viernes una base militar en Gao, matando a unos 10 soldados, dijo el ejército el martes. Ese incidente se produjo un día después de que ataques mortales perpetrados por presuntos yihadistas contra un campamento militar en el norte y un barco de pasajeros mataran a 64 personas.
A finales de agosto, la junta había pedido a los grupos armados que relanzasen el diálogo y el debilitado acuerdo de paz, en medio de temores de nuevas hostilidades tras la retirada de las fuerzas de paz de la ONU.
Los antiguos grupos rebeldes temen que la retirada pueda dar a la junta un «pretexto» para volver a ocupar zonas que los acuerdos de paz habían cedido del control central.
Después de que las fuerzas de paz de la ONU abandonaran el mes pasado la base de Ber, cerca de Tombuctú, se produjeron enfrentamientos entre tropas y yihadistas, pero también entre el ejército y la CMA.
El Marco dice que después de que la base fue evacuada, el ejército y los paramilitares rusos Wagner llevaron a cabo ejecuciones sumarias y abusos como arrestos arbitrarios y saqueos contra los lugareños.
La misión de paz de la ONU, conocida como MINUSMA, tiene hasta el 31 de diciembre para salir de Mali después de una década de lucha por estabilizar el país.
La junta gobernante de Malí ordenó a principios de este año que la misión de 13.000 personas se retirara, tras la retirada de las tropas francesas en 2022.
