Los dispositivos ConnectedRide, a diferencia de otras gafas disponibles en el mercado, no tienen la misma forma que otros lentes que deben ajustarse a la cabeza de los usuarios o que tienen cámaras al interior para escanear el movimiento de los ojos pues su diseño es mucho más cercano al de unos lentes de sol.

Por otro lado, los usuarios no recibirán alertas o notificaciones de redes sociales o se podrá solicitar que se reproduzca una canción para entretenerse mientras están conduciendo.

Las funciones de los lentes solo se limitarán a presentar datos básicos de la ruta y del estado del viaje, como por ejemplo la velocidad del vehículo, nombres de las calles, direcciones a seguir, etc.

BMW, la empresa que desarrolló estos dispositivos utilizó el sistema HUD (Heads Up Display) para que las gafas actúen como una superficie de proyección de datos como los ya mencionados. Para utilizarlas, los usuarios deberán vincular los lentes con su celular por medio de Bluetooth pues será de ahí de donde se extraerá la información del viaje.

Los datos proyectados en la pantalla de los lentes no ocupan gran parte de la superficie pues solo se presentarán en un extremo, de modo que no se obstruye el campo de visual de los usuarios y tampoco perjudica a la percepción del espacio o de la profundidad para prevenir confusiones.

El sistema también utiliza códigos de color en el caso de que sea necesario destacar información relevante durante el viaje: Los cambios en las indicaciones de navegación son presentados con color verde, mientras que las alertas (como advertencias, excesos de velocidad, etc.) son presentadas en tonos de rojo.

Por el momento las gafas de realidad aumentada de BMW están a la venta solo en Europa a un precio de 690 euros (758 dólares aproximadamente), pero su disponibilidad en el mercado podría llegar a otras regiones en los siguientes meses.

Tampoco se han ofrecido variedades en lo que respecta a los colores o estilos diferentes pues son un modelo estándar para todos los usuarios.