El partido por la liga de Indonesia entre el Arema FC y el Persebaya Surabaya terminó en tragedia. Medios de ese país reportaron el sábado que decenas de aficionados del equipo local, el Arema FC, murieron en la cancha del estadio Kanjuruhan en Malang después de una invasión al final del encuentro en la que se presentaron disturbios que no pudieron ser controlados por las autoridades.
Aunque la policía no ha confirmado el número oficial de muertes, se cree que hay más de 120 fallecidos. Además, hay docenas de heridos que han sido trasladados al hospital local de Kanjuruhan y al hospital de Wava Husada.
“En el incidente, 127 personas murieron, incluidos dos policías. Otras 34 personas murieron dentro del estadio y el resto en el hospital”, indicó el domingo en un comunicado el jefe policial de la provincia de Java Oriental, Nico Afinta.
“Estamos preocupados y lamentamos profundamente este incidente. Compartimos nuestras condolencias y esperamos que esta sea una lección valiosa para todos nosotros”, dijo Akhmad Hadian Lukita, presidente de PT Liga Indonesia Baru, organizador de la competencia.
“La familia extendida de Persebaya lamenta profundamente la pérdida de vidas después del partido Arema FC vs Persebaya. Ninguna vida sola vale fútbol. Oramos por las víctimas y que las familias que quedaron atrás reciban fortaleza”, comunicó la cuenta del Persebaya.
Todos los partidos restantes de la liga indonesia fueron suspendidos tras el incidente. Tras la tragedia, la Asociación de Fútbol de Indonesia informó que el Arema no albergará más partidos en su estadio por el resto de la temporada.
¿Cómo ocurrió la tragedia?
EL Arema FC y el Persebaya Surabaya disputaban el derbi de East Jarva. Persebaya, el equipo visitante, ganó 3-2 el encuentro, lo que provocó que miles de fanáticos del conjunto local ingresaran al campo de juego desde las gradas. Los jugadores del Persebaya fueron escoltados fuera del campo de juego, mientras la policía local buscaba cómo controlar a la turba de aficionados.
Las fuerzas de seguridad arrojaron gases lacrimógenos para dispersar a los fanáticos en el campo de juego y en las gradas, lo que provocó un pánico general entre el público que corrió en estampida y atropelló sin darse cuenta a varias personas en el piso.
