Los bombardeos rusos de este viernes a Krivi Rih, la ciudad natal del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, han matado a tres personas y dejado heridas a otras 13.
El gobernador de Dnipropetrovsk, Valentin Reznichenko, ha detallado que “ha muerto una mujer de 64 años y una pareja joven. Su hijo pequeño aún permanece bajo los escombros de la casa”.
Reznichenko también ha explicado que entre los heridos hay cuatro niños que están ingresados en el hospital. De ellos, una niña de 7 años se encuentra en estado grave.
Rusia ha lanzado este viernes una nueva oleada de hasta 76 misiles contra las infraestructuras civiles de Ucrania, causando graves daños en las redes eléctricas o de agua de varias regiones.
Un total de 60 misiles han sido derribados, pero el bombardeo ha dejado sin luz ni agua Járkov, la segunda ciudad del país, y sin electricidad Poltava, ambas en el norte. Además, hay apagones en Sumi, también en el norte, mientras que Kiev, la capital, sufre cortes de agua en todos sus distritos y algunos problemas con la luz después del que sus autoridades han calificado como “uno de los peores ataques” desde el inicio de la invasión.
Hay apagones en todo el país para estabilizar el sistema, según ha informado el operador de la red, tras ser alcanzadas nueve centrales eléctricas. La nueva ofensiva se produce apenas unas horas después de que la UE aprobase el noveno paquete de sanciones contra Rusia, encaminado fundamentalmente a frenar el acceso de Rusia a los drones con los que ataca Ucrania.