En Cádiz, es la ciudad que nunca olvida al Mágico González, tremendo futbolista salvadoreño, al legar se puede ver que su recuerdo permanece en el estadio, bares y las personas no lo olvidan.
Los edificios y las calles de Cádiz mantienen el color Azul y blanco. cabe mencionar que desde la semana pasada, el equipo gaditano alcanzó el tan ansiado ascenso a la máxima división de La Liga española, la ciudad es una fiesta. Pasaron 14 años de luchas y frustraciones.
La pandemia del Coronavirus 19 ha sido, sin duda, una problemática para la “Tacita de Plata” se convirtiera por días en un auténtico carnaval de flamenco.
Asimismo, los grupos de hinchas se olvidaron de las medidas de prevención y el distanciamiento social por lo que muchas fanáticos demostraron su imparable alegría celebrando con banderas y bufandas desde los balcones de la ciudad andaluza.
Por lo que toda esta euforia recordó al salvadoreño Mágico Gónzales,que grabó su historia entre los muros del estadio Ramón de Carranza y en el corazón de las personas.
Las anécdotas sobre cuando el futbolista estuvo en Cádiz deja un estremecedor recuerdo, cuando un mesero recuerda sobre las visitas del Mágico Gonzáles. llegaba a desayunar, y siempre sostenían una conversación amena.
Los muros que formaban el resto del estadio. donde esta ubicada la famosa puerta de Jorge “Mágico” González, cuya inauguración había sido noticia un par de años atrás.
En un portón en la parte superior estaba el nombre de “El Mago” pintado de color amarillo; a la izquierda, una foto en blanco y negro de cuando Jorge estaba en las filas del equipo.
También, Junto a esa puerta estaba la del futbolista Pepe Mejías, compañero del “Mágico” que también fue homenajeado en el estadio en sus tiempos de gloria.
La fama del Mágico Gónzales lo ha perseguido por años. El estadio que fue protagonista en donde el “Mágico” se convirtió en una leyenda cadista desde 1982.
En un bar cerca del estadio esta un lugar que guarda los recuerdos de los jugadores entre ellos no podia faltar
las imágenes en blanco y negro, y otras en colores.
Algunas pelotas y bufandas colgaban de las columnas del bar. En unas postales se podía ver al salvadoreño jugando algún partido, otras posando con sus compañeros o con los aficionados.
Además, hay una postal en blanco y negro en donde se veía al “Mágico ” sentado en la arena junto a sus compañeros en un día de entrenamiento en la playa.
“Se me ponen los pelos de punta al hablar de él”, dijo con una sonrisa nerviosa, “Cádiz es su casa, no sé porqué no quiso quedarse. En una de las ocasiones en las que vino aquí, me trajo una camisa del equipo en el que jugaba en El Salvador, una del FAS.
Por lo que muchos piensan que Jorge era el mejor del mundo en su época, y eso no lo convirtió en un hombre orgulloso, siempre fue él mismo, un alma libre. Es que nadie lo pudo amarrar, ni siquiera las mujeres. Aquí tiene dos hijos, pero no se quedó con ninguna de las madres; en El Salvador creo que tampoco está con alguien. Es un hombre muy sencillo. Es que se me ponen los pelos de punta al hablar de él dijo, un aficionado al deportista.
Por: Berenice Ramírez