Es la primera vez que sus miembros dejan de trabajar en producciones de cine y televisión desde 1980, después de que no se llegara a un acuerdo en el último día de negociaciones este miércoles.
Fran Drescher, presidenta de SAG-AFTRA, el sindicato, dijo en un comunicado que las ofertas de la dirección de los estudios eran «insultantes e irrespetuosas.»
«Las empresas se negaron a comprometerse de manera significativa en algunos temas y en otros nos dieron evasivas por completo», dijo. «Hasta que no negocien de buena fe, no podremos empezar a llegar a un acuerdo».
El sindicato dijo que su consejo de administración aprobó la huelga después de que el comité negociador la recomendara por unanimidad la mañana de este jueves.
En una conferencia de prensa en la sede del sindicato en Los Ángeles, Drescher dijo que no aceptarán cambios en el contrato que no se ajusten a los que se están produciendo en el sector.
«No vamos a seguir haciendo cambios graduales en un contrato que ya no hace honor a lo que está sucediendo ahora con este modelo de negocio que se nos impuso», dijo en la conferencia de prensa. «¿Qué estamos haciendo? ¿Moviendo los muebles del Titanic? Es una locura».
Los miembros de base del sindicato ya habían votado en un 98% a favor de convocar la huelga.
El organismo que representa a los estudios y servicios de streaming se declaró «profundamente decepcionado» por la decisión de ir a la huelga y afirmó que ofreció aumentos salariales «históricos».
«En lugar de seguir negociando, SAG-AFTRA nos puso en un camino que profundizará las dificultades financieras para miles de personas que dependen de la industria para su subsistencia», dijo un comunicado de la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP, por sus siglas en inglés).
La noticia de la próxima huelga llega después de que expirara una prórroga de dos semanas del contrato del sindicato.
Un mediador federal solicitado por la dirección y aprobado por el sindicato se sumó al último día de conversaciones.