Ante la situación, directivos del equipo cucheron apoyaron con alimentación para los futbolistas del Once Deportivo.
Las falencias del fútbol salvadoreños se pusieron en evidencia una vez más. En el 2006 se incorporaron nuevamente las reservas a las planillas de los equipos de la Primera División. Sin embargo, hasta el momento la categoría no ha logrado trascender y sigue sin recibir la atención necesaria.
Uno de los requisitos para la inscripción de los equipos que formarán parte de la Liga es la inscripción de un equipo de reserva, y que además estos jueguen de preliminar al duelo mayor. Sin embargo, se ha cuestionado fuertemente que en ocasiones a los jóvenes les toca jugar en horarios y condiciones no aptas.
Por ejemplo, hay ocasiones en que los reservistas deben jugar a la una de la tarde y en lugares como San Miguel, Usulután, Morazán y otras que presentan altas temperaturas. A esto se suma que los jóvenes no siempre reciben la alimentación, hidratación y no viajan en las condiciones necesarias.
Un partido de las reservas de Municipal Limeño y el Once Deportivo, jugado en la ciudad oriental puso de manifiesto las precariedades y la falta de interés por parte de los equipos y de la Liga Mayor de Fútbol (LMF).
Se jugaban 60 minutos del partido, Limeño ganaba 7-0 al equipo occidental, el partido se tuvo que suspender porque algunos jugadores del Once Deportivo presentaron complicaciones de salud.
Los jóvenes afectados recibieron asistencia, al menos había personal médico en el estadio. Fuentes cercanas al equipo afirmaron que los jugadores salieron a tempranas horas de Chalchuapa, que no desayunaron y que tampoco habían almorzado.
Ante la situación, directivos del equipo cucheron apoyaron con alimentación para los futbolistas del Once Deportivo.
Autoridades de la Primera División no se han pronunciado al respecto. Por su parte el presidente del Once Deportivo, Roberto Campos, dijo en un espacio de entrevista que desconocía sobre los hechos.
