Las autoridades mexicanas arrestaron a cinco personas por el secuestro mortal de un grupo de estadounidenses, luego de que los sospechosos fueran dejados en la calle con las manos atadas por presuntos miembros del cartel, dijeron las autoridades el viernes.
Los cuatro ciudadanos estadounidenses, dos de los cuales murieron, fueron secuestrados a punta de pistola después de cruzar la frontera hacia el estado de Tamaulipas plagado de delincuencia el viernes en una minivan, aparentemente para que uno pudiera someterse a una cirugía estética.
El fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios, dijo que se había ejecutado una orden de arresto contra cinco personas por los delitos de secuestro y homicidio.
Se trata de los mismos cinco hombres que fueron encontrados el jueves con las manos atadas en una calle de la ciudad de Matamoros, aparentemente abandonados por compañeros del Cártel del Golfo, dijo a la AFP una fuente de la Fiscalía.
Los medios mexicanos publicaron un comunicado supuestamente del Cartel del Golfo que decía que el grupo «pide disculpas» por el incidente.
El grupo decidió entregar a los perpetradores a las autoridades porque actuaron sin la autorización de sus jefes, dijo.
Otro sospechoso que supuestamente custodiaba a los cautivos también fue arrestado anteriormente.
Las autoridades mexicanas creen que los narcotraficantes confundieron a los estadounidenses con rivales y les dispararon cuando intentaron escapar.
Los dos sobrevivientes, uno de los cuales sufrió una herida de bala en la pierna, fueron devueltos a Estados Unidos el martes a través de un cruce fronterizo terrestre, horas después de haber sido rescatados.
Los cuerpos de los dos estadounidenses muertos fueron repatriados el jueves, dijeron las autoridades.
Un transeúnte mexicano también murió en el tiroteo.
Washington ha prometido una búsqueda incesante de justicia en nombre de las víctimas.
“No descansaremos hasta que los culpables enfrenten la justicia”, dijo el viernes a periodistas el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
«Estos cárteles que tienen tanto poder en la zona hay que desmantelarlos», dijo, y subrayó la necesidad de la cooperación de Estados Unidos con México, «respetando su soberanía».
El secuestro ha llevado a que algunos senadores estadounidenses exijan medidas más duras contra los cárteles mexicanos, acusados de contrabandear el opioide fentanilo, a menudo mortal, a través de la frontera hacia Estados Unidos.
Los senadores republicanos Roger Marshall y Rick Scott presentaron esta semana un proyecto de ley en el Congreso estadounidense que busca designar a los grupos criminales como «organizaciones terroristas extranjeras».
Otro republicano, el senador Lindsey Graham, ha ido más allá, instando a la administración del presidente Joe Biden a permitir que el ejército estadounidense persiga a los narcotraficantes “dondequiera que existan”.
Los llamados han irritado al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien calificó las propuestas de «arrogantes» y carentes de respeto por la soberanía de su país.
Dijo que su gobierno pediría a los mexicanos que viven en Estados Unidos que no voten por los senadores republicanos involucrados, acusándolos de usar el tema para su propio beneficio político.
