Siete personas murieron el lunes en Ciudad Juárez, en el norte de México, durante un operativo policial para recapturar a los presos que escaparon después de un ataque en sus instalaciones, anunciaron las autoridades estatales.
Hombres armados atacaron la prisión estatal de la ciudad fronteriza el domingo en la madrugada, dejando cerca de 20 muertos y permitiendo que los presos, entre los que se encuentra un líder de una pandilla, huyeran.
Las muertes del lunes, dos agentes de la fiscalía estatal y cinco presuntos delincuentes, elevaron a 26 el total de muertes relacionadas con el ataque, según un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua.
El ministro de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, había dicho anteriormente a los periodistas que diez guardias, siete presos y dos atacantes habían muerto en el asalto del domingo a la prisión, que ha sido atribuido a narcotraficantes.
Catorce reclusos y un guardia resultaron heridos y cinco atacantes fueron capturados, dijo Sandoval.
Entre los 25 fugitivos se encontraba Ernesto Alfredo Piñón, conocido como «El Neto», líder de una pandilla aliada con el cártel de la droga de Juárez, dijo la ministra de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.
Piñón fue sentenciado a más de 200 años de prisión en 2010 por secuestro y asesinato, según la fiscalía del estado de Chihuahua.
Los atacantes, que viajaban en vehículos blindados, iniciaron el asalto cuando los familiares de los reclusos hacían fila para las visitas de Año Nuevo.
Ciudad Juárez, que se encuentra al otro lado de la frontera con El Paso, Texas, ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los cárteles de la droga rivales durante años.
La prisión en sí ha sido testigo de múltiples estallidos de enfrentamientos y disturbios, en particular en marzo de 2009, cuando murieron 20 personas.
Los centros de detención mexicanos sufren de hacinamiento crónico y violencia, que se ha agravado en los últimos años debido al conflicto entre grupos criminales.
